ANUARIO 2022 (CON ALGO DE RETRASO).
En Internet y más aún en las redes sociales todo es fugaz, efímero. Y además de abrumador también es inasible.
El blog nació en 2019 con la idea de poner a resguardo algunos textos que fui posteando en la última década; con la intención de seguir compartiéndolos con las personas a quienes nos gusta leer y/o escribir.
Más aún, con quienes les interesa cierto localismo, esto es, observar cosas que pasan en nuestro entorno, que tienen que ver con nosotros.
Apuntes de la realidad y otras ficciones, el nombre del blog, está incluido como subtítulo del título del libro, Los Puentes Invisibles, que salió en noviembre pasado.
A inicios de cada año suelo publicar el anuario del blog, me gusta hacerlo. No todo es tan serio o ‘solemne’, su contenido es bastante heterogéneo.
Este año llega con retraso, aunque con el mismo espíritu que el libro: “Creo que las palabras pueden ayudarnos si buscan ser honestas con lo que dicen. Creo que en ellas también podemos encontrarnos. Me gusta pensar en las palabras como puentes invisibles”.
A quienes les interese, son bienvenidas las lecturas. Los textos están ordenados de manera (bastante) cronológica:
Siempre supe que no es dónde sino con quién. Lo sé desde hace muchos años.
“El negocio es muy oscuro y demasiado grande. La hipocresía del doble discurso tapa negocios, ciertamente, pero también esconde (nuestras) soledades, angustias y vulnerabilidades, en este mundo hipercapitalista, individualista, que nos enseña hace mucho y todo el tiempo que el ‘éxito’ y la aceptación social están muy vinculados, e incluso deben ser equivalentes, a aquello que consumimos”. ¿Recuerdan el caso de los muertos por consumir cocaína adulterada a inicios de 2022? De ahí nació esta reflexión.
En febrero de 2022 se cumplió un siglo del episodio conocido como “Las putas de San Julián”: el día en que las cinco mujeres del prostíbulo La Catalana se negaron a atender a los soldados del Ejército que venían de fusilar a los huelguistas. El texto incluye el breve capítulo en el que Osvaldo Bayer reveló el hecho, que no tiene desperdicio.
Si hay un texto del que pueda sentirme a gusto por decir lo que quería decir y del modo en que quería, es éste. Tiene mucho de catarsis, de lluvia luego de la condensación. La palabra “invisible”, que terminó en el título del libro meses después, ya me andaba dando vueltas.
Las soledades. Esa noche salté de la cama de un impulso y me puse a escribir, en la casa nueva. Fue una de esas veces en las que ves lo que escribiste recién cuando terminás.
Se cumplieron los cien años de las huelgas de la Patagonia rebelde y me tocó estar muy lejos de Santa Cruz. Preparando un apunte de trabajo vinculado a aquellos episodios me empezaron a caer las fichas. Este texto incluye un detalle histórico del huelguista asesinado Facón Grande, revelado por el entrañable Osvaldo Bayer en su obra monumental.
No debería ser normal, no deberíamos acostumbrarnos, pero en esta provincia las injusticias se convierten (en la mayoría de los casos) en efemérides. Este apunte es de los días en que se cumplía un año del ¿suicidio? de Rodrigo Curaqueo en una comisaría de Caleta Olivia; y en vísperas del primer aniversario de la desaparición de Marcela López. Siempre me llamó la atención la omisión, el silencio, de la gobernadora. El silencio no es salud.
Un amigo se subía a todas las líneas de colectivo sólo para recorrer la ciudad. “El día que escriba al respecto creo que publicará algo hermoso. Alguna verdad”. Lo suscribo otra vez.
En un viaje en micro de Gallegos a Calafate, se me cruzó la idea de que “En la casa nueva hay un espejo que tiene la virtud de decir algunas verdades”.
Fue ella quien me dijo que escribiera la anécdota de la gitana en el supermercado. Me terminó saliendo otra cosa, apenas solté las bolsas de compras y me puse a teclear. Estas palabras tenían para mí algo de despedida, que al final no lo fue.
¿Pasó realmente así? Breve recuerdo de aquella foto de 2013 en el muelle.
Pasó la Feria provincial del libro y se me apilaron siete títulos con sus respectivas vivencias. Fue una suerte compartir esos diez días con personas queridas, respetadas y admiradas. Un breve apunte de cada obra.
Una reflexión a propósito del cuento publicado en la notable revista-libro La Rama.
Un periodista que escribe puede aspirar a ser leído. No es poco, aunque no alcance para otras cosas. Sobre la gastritis de los periodistas.
Como dice Cerati en ‘Deja vu’: “Todo es mentira ya verás / La poesía es la única verdad / Sacar belleza de este caos es virtud”. Que viva la verdad poética en este tiempo adverso, de este país que también tiene mucho de deja vu.
Fue un guiño de la vida que agradezco comenzar el cumpleaños con personas queridas y con un escritor a quien admiro enormemente, y que es cercano y cordial.
El día que murió Magdalena pensé en la abundante basura del periodismo “nacional” actual, posverdad mediante.
Esas curiosas coincidencias que pasan con personas cercanas.
El día que me levanté a Scarlett Johansson.
Un episodio muy grave de violencia entre pibas, en Caleta Olivia, me trajo una serie de recuerdos que terminaron en esta reflexión.
Vivencias que rememoramos en las canciones. “Allá a lo lejos puedes escuchar…”.
El covid me llegó tarde y vacunado. Estaba en casa medio aburrido y escribí estos “Consejos de autoayuda” que me parecían medio en joda, pero al final no. Tal vez aplique aquella frase: “descubro lo que pienso cuando leo lo que escribo”.
No somos un país de mierda, a pesar de que nos digan lo contrario.
Sobre la amistad (y la radio).
Una reflexión a propósito de un parte de prensa de gobierno que llevaba la marca de la gorra.
Apuntes al paso y de un tirón, a manera de registro de algunas observaciones sobre el espanto de la política argentina. Este año, desde ya, seguimos y seguiremos igual.
El día que anuncié la aparición de Los Puentes Invisibles. Veo que fue bastante sobrio (pa’que Chacarita se agrande siempre hay tiempo).
Escribir sobre el viento es una obviedad, un lugar común. Pero me gusta cómo quedó este texto.
El día que Jorge Curinao vino a casa a ver el ejemplar “número cero” del libro.
La muerte de un hombre que, aunque traté muy pocas veces, me recordó dos experiencias iniciáticas sobre la auto-censura y los servicios de inteligencia (infiltrados entre nosotros).
Está bueno que pasen estas cosas, la dignidad deportiva.
La pelota, el corazón: “aunque parezca exagerado, en un rectángulo de césped los hombres escenifican siempre el imprevisible drama de la vida”. Algo que pasó al término de un partido de fútbol.
Se cumplieron 101 años de La Patagonia Rebelde y tenemos que seguir hablando de la gran matanza porque nunca se hizo justicia. Tenemos que seguir hablando porque tampoco los actores y las instituciones responsables hicieron autocrítica en cien años que pasaron.
Messi jugó con la pelota lo que nosotros en nuestros sueños. Y entonces jugamos todos.
Sí, somos campeones del mundo.
Ese cielo en el viento.
El amor de pibes y los ojos que hablan.
Las siestas singulares.
Reseña sobre La tempestad es mañana, de Luis Ferrarassi. Es la primera publicación sobre el trueque de libros con escritores de acá.
Un hombre y su perro son los protagonistas de una novela sureña, segunda publicación sobre el trueque de libros.
Sobre lamerse solo las heridas.
