Luca y Juana conversan mientras esperan que sus mamás lleguen a buscarlos a la salida de la colonia, aunque este verano les tocaron grupos diferentes.
–Mis ojos están contentos de verte.
–Tus ojos, ¿o vos?
–Mis ojos, te dije.
–¿Qué, tus ojos además de ver también hablan?
–A veces me hablan.
–¿Muchas veces?
–A veces, te dije. También te hablan a vos aunque no te hayas dado cuenta.
–No creas que no me doy cuenta de las cosas.
Sus mamás hoy se demoraron, pero llegaron juntas. Juana y Luca esperan tener mañana la misma suerte.