El reencuentro de esta tarde con Gustavo Duarte, el querido Pájaro, tuvo algo singular: él era el dueño y director de FM Río Gallegos, donde nos conocimos hace una década para hacer nuestro programa de radio de actualidad, llamado Así Estamos. Allí fue donde iniciamos un vínculo que hace ya varios años es una amistad.
Sandro es amigo del Pájaro, aunque a él lo conocí unos años después y, con el tiempo, también nos hicimos amigos. En 2016, cuando éramos sólo compas de la Feria del libro independiente (la FLIA), fui a su programa Rock Sin Vueltas en calidad de invitado, en el estudio del Pájaro donde en 2012 habíamos hecho Así Estamos.
Pero fue recién hoy, esta tarde, la primera vez en que nos juntamos los tres, en reunión de amigos, en la visita del Pájaro a la ciudad después de varios años de estar residiendo en otro lugar.
El periodismo, el interés por la política y –sobre todo– la pasión por la radio han sido nuestras grandes cosas en común.
Cuando nos estábamos despidiendo les pedí registrar el momento. Porque pensaba en estas horas que, este año en particular, tuve la posibilidad de ver coincidir a amigos, amigas, a personas muy queridas, que en varios casos no se conocían entre sí y terminaron (terminamos) compartiendo momentos de enorme gratificación para todos.
Es una verdadera suerte.
