Los colectivos de la nueva empresa concesionaria todavía suben a los pasajeros de manera gratuita en Río Gallegos.
Un amigo se toma una hora en la tarde para subirse, cada día, a una línea distinta y hacer el recorrido.
Observa la ciudad, presta atención a los pasajeros, se interna en los barrios de la enorme periferia.
–Me siento y pongo música.
El día que escriba al respecto creo que publicará algo hermoso. Alguna verdad.
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(Busqué en Google “Catova Río Gallegos” y apareció esta foto, cuyo autor figura en la parte inferior)
