Sobre el uso del lenguaje inclusivo en el título de portada del diario tradicional de Santa Cruz. Algunos comentarios al paso:
- además del título de hoy (“Todes en contra”), La Opinión había ya utilizado algo muy similar el día después de la elección en la que arrasó el kirchnerismo, el lunes 28 de octubre del año pasado, cuando tituló “Volvieron todxs”. Si bien el Frente de Tod☀️s no utilizó la X o la E en su nombre, sí fue inteligente en hacer un guiño al lenguaje inclusivo utilizando un sol que puede ser leído en clave tradicional o en su nueva modalidad.
- el uso de la palabra Volvieron en el título también tiene connotación política, pues está en esa clave a partir del “Vamos a volver” del kirchnerismo en contraposición al “No vuelven más” del anti-kirchnerismo, capitalizado sobre todo por Cambiemos.
- ya que estamos con kirchnerismo/anti-kirchnerismo, hay que decir que el lenguaje inclusivo, en este caso usado por un diario kirchnerista como La Opinión Austral, aunque es usado fuertemente por los sectores oficialistas más jóvenes y más ‘progres’ en Santa Cruz y en el país, en verdad lo trasciende por lejos. El feminismo, los sectores político-culturales de izquierdas y varios otros sectores del ‘progresismo’ (dicho en sentido amplio) también lo utilizan o son más afines a su recepción y, de mínima, a abrir la discusión por el lenguaje inclusivo.
- paréntesis: la línea editorial súper kirchnerista de La Opinión se sostiene luego del cambio de dueños: el Grupo Crónica se lo compró a otro sector kirchnerista encabezado por el hoy vicegobernador de Alicia, Eugenio Quiroga, hace unos meses.
- en lo personal, aunque no uso la E en la escritura ni en la oralidad, estoy entre los cientos de miles que no rechazamos el lenguaje inclusivo: su dis-rupción e irrupción poderosa, su interpelación de veras y su enorme fuerza política, me agradan enormemente en vistas al machismo y el patriarcado que vino a poner en discusión y a combatir el movimiento feminista.
- respecto de si el futuro de nuestro idioma va en vías a «institucionalizar» la E, no lo sé y creo que nadie puede afirmarlo o negarlo de manera taxativa. De tanto que hay para decir acerca del asunto (que me supera), me gusta la idea que escuché decir por ahí. Parafraseo: “no queremos que el lenguaje inclusivo se vuelva regla y obligación. No. Justamente nos interesa lo que el lenguaje inclusivo pone en discusión”. ¡Bienvenida la discusión, la interpelación!
- puedo escuchar opiniones y puntos de vista que manifiestan su rechazo al lenguaje inclusivo, claro. Pero no me dan ganas de discutir cuando el argumento de rechazo viene con violencia, prejuicio y consideraciones siempre despectivas, que tantas veces vienen a revelar lo que en verdad se discute de fondo (machismo, sexismo, racismo…).
- en los últimos meses (el último año aprox.), cuando veía las notas de género en La Opinión, o cuando veía las notas escritas en lenguaje inclusivo, pensaba en los viejos lectores del diario, quienes muy probablemente lo rechazan en amplia mayoría. Y a modo de anécdota, me acuerdo siempre de una situación de hace un año y pico atrás cuando un policía retirado, un hombre ya grande, entró a comprar La Opinión una tarde en que yo conversaba con el kiosquero, y a partir de una colección o fascículo sobre la segunda guerra mundial dijo que si Alemania hubiera ganado la guerra el mundo sería mucho mejor, y nos miró fijo a los ojos. No daba para discutir y trato de no discutir con fascistas, pero ese hombre seguro que dejó de comprar el diario ‘tradicional’ de Santa Cruz.
- a modo de cierre: vi en los últimos años notas muy piolas de género u otras firmadas por varios periodistas del staff del diario que celebro, que me agradan y me gustan, además, en tanto colegas que ejercen el trabajoso oficio de escribir en la redacción todos los días. En cuanto a la línea editorial del diario, claro que no comparto la oficialitis aguda de su nueva (y anterior) conducción, que en muchas ocasiones le falta el respeto a la inteligencia de los lectores.
