Nota escrita para http://www.elrompehielos.com.ar, publicada el 28 de noviembre de 2019, titulada «Por qué fue un fiasco la Ley de Paridad de Género en Santa Cruz»
Análisis y opinión. La jornada del jueves 27 de septiembre de 2018 fue un día de fiesta para las mujeres militantes del PJ y Frente Para la Victoria que colmaron las gradas de la Legislatura Provincial. Ese mediodía, todas partieron hacia Casa de Gobierno tras la sanción de la ley que tanto anhelaban, y sobre la cual habían trabajado. La gobernadora Alicia Kirchner y algunas de sus ministras mujeres las estaban esperando.
“Alicia destacó la aprobación de la ley de paridad de género”, tituló el comunicado oficial: “Tras la aprobación de la ley de paridad de género en la Honorable Cámara de Diputados, la Gobernadora Alicia Kirchner junto a las Ministras Secretaria General de la Gobernación, Claudia Martínez; y de Salud y Ambiente, Rocío García, recibió a mujeres militantes, en la Sala Gobernador Gregores de Casa de Gobierno”, detalló la información despachada desde la gobernación que ganó los titulares de ese día y el siguiente.
“Los tiempos son difíciles pero no imposibles y vamos a seguir preparándonos porque Santa Cruz se lo merece. La provincia merece esa mirada de mujer y la nobleza de entender la importancia de la paridad de género. Este año cumplimos 60 años de vida institucional y pudimos sacar la paridad”, celebró la gobernadora ante las miradas de las presentes.
Hoy, a poco más de un año de la sanción y tras la puesta en funciones de la Ley de Paridad de Género en las elecciones de agosto y octubre, la norma demostró ser un fiasco: desde diciembre y durante los próximos cuatro años, sólo 5 de 24 legisladores serán mujeres en la Cámara de Diputados de Santa Cruz.

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Son muchos los temas que podrían abordarse si pensamos en los cuatro años transcurridos en la Legislatura Provincial en este ciclo 2015-2019 que llega a su fin este 28 de noviembre, día de la última sesión ordinaria. Me interesa este capítulo errático sobre la paridad de género sancionada el año pasado porque, además de ser un tema de enorme actualidad en el marco del amplio arco de reivindicaciones de las mujeres, se perfila como uno de los asuntos que volverá a estar en la agenda legislativa del próximo periodo.
Cabe un paréntesis: soy de quienes están a favor de la paridad entre hombres y mujeres en, de ser posible, todos los estamentos del Estado.
De ministra a diputada
Una de las mujeres funcionarias que participó de aquella celebración en Casa de Gobierno, la ministra de Salud, Rocío García, será diputada provincial desde diciembre próximo. Esto escribió días atrás en su cuenta de Facebook, usando los hashtags #Paridad #MujeresDiputadas #CamaraDiputadxsSantaCruz: “Vamos a trabajar para que las mujeres tengamos un rol protagónico en la Cámara de Diputados. No sólo tenemos que trabajar para que se generen mayores condiciones de igualdad de oportunidades para acceder a una representación en una banca, sino también profundizar el protagonismo de las compañeras en todos los organismos del Estado”.
¿Cómo que “mayores condiciones de igualdad de oportunidades para acceder a una representación en una banca” si ya se sancionó la Ley de Paridad? ¿Qué pasó con la puesta en funcionamiento de la nueva norma?
Del pre-kirchnerismo a hoy
Primero es necesaria una breve reseña histórica. La 2052 es una vieja ley que definió el sistema electoral de Santa Cruz a fines de los años ochenta. Sancionada en 1988, en tiempos de la gobernación pre-kirchnerista de Ricardo Jaime Del Val, nada decía esta norma en favor de la representación política de las mujeres en los cargos electivos.
Ya en tiempos de Néstor Kirchner gobernador, en 1992, se agregó al artículo 9 de esa ley el siguiente texto: “las listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo del treinta y tres por ciento (33%) de los candidatos a los cargos a elegir”. Comenzaba así a plantearse en la legislación provincial aquello por lo que muchas mujeres venían luchando en la política nacional: el denominado cupo femenino en las listas de diputados.
Debieron pasar 17 años de ese treinta y tres por ciento de mujeres adornando las listas (porque es lo que terminó sucediendo en la mayoría de los casos, donde las mujeres iban de relleno al final de las listas de candidatos), para que entonces se sancionara en Santa Cruz una nueva modificación a esa ley electoral. Fue así como en 2009, el artículo noveno pasó a establecer que “las listas de candidatos que se presenten para elecciones provinciales y municipales deberán tener un mínimo de un treinta y tres por ciento (33%) en lugares expectantes, debiendo ubicarse cada dos (2) candidatos de igual sexo, uno (1) como mínimo del otro sexo, intercalado desde el primero al último lugar”.
Así llegamos al 27 de septiembre de 2018, el día que las militantes del PJ/Frente Para la Victoria celebraron junto a la gobernadora Kirchner porque se sancionaba la ley por la que tanto habían trabajado. Ley número 3617, una nueva modificación a la ley electoral. Con el título de “cupo femenino–igualdad de género”,ahora el artículo 9 dice: “las listas de candidatos/as que se presenten para elecciones municipales y provinciales en el orden legislativo deberán integrarse ubicando de manera intercalada a mujeres y hombres desde primer candidato/a titular hasta el último candidato/a suplente asegurando la paridad de género”.

La paridad extraviada
¿Por qué entonces la paridad de género no funciona? ¿Por qué, tras las elecciones provinciales de agosto, de 10 legisladores provinciales sólo 3 son diputadas? ¿Por qué, tras las elecciones municipales de octubre, los 14 diputados por municipio electos resultaron ser todos varones?
Una respuesta: porque en Santa Cruz existe la denominada Ley de Lemas, un sistema electoral que permite la proliferación de listas de –en este caso– candidatos a diputados que genera dispersión.
Otra respuesta, de más peso a la hora de los resultados: porque en Santa Cruz 14 de los 24 diputados que conforman la Cámara de Diputados son legisladores por municipio (también denominados diputados por el pueblo). Se elige un diputado o diputada por localidad, punto que no fue modificado por la Ley de Paridad, pues entonces ¿cómo garantizar la representación de hombres y mujeres por igual cuando una sola persona es electa diputada por cada localidad?
Aquí hay que decir que un diputado del bloque oficialista, Matías Bezi (La Cámpora), propuso que la Ley de Paridad contemplara esta situación. Su propuesta consistía en que en cada lista de candidatos a diputados por el pueblo, si –por ejemplo– Juan Pérez encabezaba una lista y su suplente era Juana Pérez, esa boleta se duplicara dentro del cuarto oscuro pero al revés: Juana Pérez primera y Juan Pérez segundo; y que la gente eligiera a quién votar.
La propuesta de Bezi no prosperó dentro de su propio bloque mayoritario. Lo positivo es que ponía en mayor pie de igualdad a hombres y mujeres (aunque tampoco garantizaba la paridad). Lo sin dudas muy negativo es que, de ser aprobada esa modificación, se vería multiplicada aún más la cantidad de boletas dentro del cuarto oscuro, uno de los defectosprincipales de la Ley de Lemas que genera decenas de candidatos a concejales, intendentes, diputados (municipales y provinciales) y gobernadores: los denominados sublemas de cada categoría que participan dentro de diferentes lemas (que luego suman sus votos entre sí con destino al ganador de cada lema).
Es la Ley de Lemas, stupid!
Se vuelve muy necesaria una aclaración a todos los lectores, incluso a quienes leen en Santa Cruz, donde miles de ciudadanos tropezamos cada cuatro años cuando intentamos comprender nuestro sistema electoral: es ciertamente dificultoso explicar todos los alcances, implicancias y derivaciones de una Ley de Lemas que, en cada elección, multiplica además la cantidad de candidatos a concejales, intendentes, diputados provinciales, diputados por municipio y gobernadores.
Entre partidos provinciales y partidos locales que hacen alianzas bajo un mismo lema; sumado a los acuerdos de boletas que el sistema permite, lo que lleva a generar aún más combinaciones de boletas dentro del cuarto oscuro, tenemos como resultado un verdadero despropósito del cual decenas de miles de ciudadanos renegamos en cada elección.
Nuestro sistema electoral termina estando bastante más cerca del azar de la confusión que de la simple sumatoria de votos por la que un candidato llega a ser electo para ocupar un cargo de representación popular.
Es dentro de este mar de la Ley de Lemas donde se dispersa la Ley de Paridad que se sancionó el año pasado. Porque estas variantes, aquí apenas descriptas, no fueron tenidas en cuenta a la hora de sancionar la Ley de Paridad de Género, que terminó chocándose de frente contra la realidad.
No lo vieron (o no lo quisieron ver)
Hay otro elemento que me parece central en términos de realidad política: quien se niega a abrir la discusión acerca de la pertinencia de seguir votando con –o sin– Ley de Lemas es el kirchnerismo.
Siguiendo este razonamiento, quizá algunas de esas mujeres peronistas y kirchneristas cayeron en su propia trampa cuando celebraron la sanción de su Ley de Paridad: no es posible hablar de paridad de género si no se habla de todas las variables e implicancias que pone en práctica este sistema electoral de lemas y sublemas.
El resultado del fracaso está a la vista. De 10 diputados provinciales sólo 3 serán mujeres: Rocío García y Laura Hindie por el oficialismo, y Nadia Ricci por la oposición.
De 14 diputados por municipio, finalmente habrá 2 mujeres diputadas porque los varones que ganaron la elección asumirán como intendentes (y la ley indica que los suplentes deben “ser de distinto género”). Paréntesis: Sí, nuestro sistema electoral también permite las dobles candidaturas en Santa Cruz.
Números en limpio entonces: de un total de 24 legisladores sólo 5 serán mujeres, y dos de ellas ingresan entonces como suplentes de varones que eligieron no asumir sus bancas. Ellas son Liliana Toro, diputada por municipio de Caleta Olivia; y Karina Nieto, diputada por municipio de Río Turbio.

Un absurdo para el final
Existe un elemento más a tener en cuenta respecto de esta Ley de Paridad sancionada el año pasado y que fue noticia en las últimas semanas. El famoso artículo en cuestión, el de todas las modificaciones (el 9º) ahora establece que “en caso de producirse una (1) vacante en la lista ésta deberá ser cubierta por otro candidato/a del mismo género”. Se refiere a los diputados provinciales.
Sucedió que esa vacante se produjo en estas elecciones cuando Pablo Grasso, quien encabezó la lista de diputados más votada del kirchnerismo, decidió que no asumirá su banca puesto que prefiere asumir la intendencia de Río Gallegos (elección que también ganó). De acuerdo a la Ley de Paridad, la persona “del mismo género” que sigue en la lista de sucesión y a quien le corresponde asumir es Matías Mazú, hoy jefe del bloque kirchnerista en la Legislatura.
Sin embargo, y en busca de la paridad que la ley no supo garantizar, hay una mujer candidata de esa misma lista que reclama la banca. María Esther Labado (de ella se trata) dijo al diario La Opinión Austral: “Cuando se trató la ley de paridad no se pudo avanzar en cómo garantizar la participación real de las mujeres. Todos los diputados por municipio son hombres. Hay dos que van a asumir otros cargos y ahí entraron dos compañeras. La representatividad no es un 50/50, no hay paridad en la representación y ese es uno de los argumentos”. Y remató: “ya tengo un abogado para pelear por la banca”.
Otro colmo en todo esto es que María Esther Labado es una de las mujeres que celebró la Ley de Paridad primero en la Legislatura el día de su sanción y, minutos más tarde, en Casa de Gobierno junto a la gobernadora.
“No quise polemizar en todo este tiempo. Respeto la voluntad que las compañeras le pusieron a la ley que salió porque las mismas participaron en la redacción”, respondió Mazú, el diputado a quien Labado le reclama.
Legislar es cosa seria
Hay que decir que esta absolutamente ineficaz Ley de Paridad fue votada casi por unanimidad en la Legislatura Provincial, que tuvo un solo voto en contra el día de su sanción (Gabriela Mestelán, del partido Encuentro Ciudadano, que pertenece al bloque opositor al kirchnerismo) Esto es: casi todos los diputados del bloque opositor decidieron acompañar la sanción de la norma.
Como contexto general, hay que decir que estos cuatro años de ciclo legislativo abundaron en verticalismo, improvisación y una marcada escasez de diálogo político y trabajo legislativo a conciencia en las comisiones de la Legislatura. Y aunque la mayor responsabilidad siempre le cabe a quien es gobierno (el bloque oficialista), hay cuotas muy importantes de responsabilidad en buena parte de quienes han sido oposición.
Así, el fiasco de la supuesta Ley de Paridad es uno de sus resultados.
Habrá muchísimo por trabajar y modificar si se pretende en un nuevo ciclo mejor y diferente en el Poder Legislativo. Un ciclo más acorde a las necesidades reales de quienes vivimos en Santa Cruz.