*Nota escrita para http://www.elrompehielos.com.ar. Publicada el 20 de abril de 2019
En su última gira patagónica, realizada hace un par de semanas, en la que subió a ocho escenarios en once días, el cantante solista más exitoso del país convocó a un tercio del público que había asistido a sus recitales hace un año y medio. “Abel Pintos vendió en Río Gallegos 1300 entradas, en su visita anterior se habían vendido 3900. En épocas de crisis uno de los gastos que se recorta es el ocio”, detalla un conocedor del rubro. Ahí está una de las claves por las que el sorteo de entradas fue tan exitoso en todos los medios de comunicación donde se abrió la participación al público: ganarse un ticket se convirtió, para muchos, en la única llave para poder asistir al show.
“Sí, están cerrando alrededor de diez comercios por mes en la ciudad”, confirma ante EL ROMPEHIELOS Cristina Aranda, presidenta de la Cámara de Comercio. “Yo a esta altura mantengo el kiosco abierto por orgullo”, relata con enojo un comerciante experimentado ante la mirada atenta de uno de sus empleados. “Si este mes me suben el alquiler, tengo que cerrar”, cuenta por su parte otro comerciante que hace una década se largó a emprender sus propios negocios luego de trabajar como empleado durante varios años. “Ahora anda un solo camión repartiendo la mercadería en los negocios del centro, antes eran tres o cuatro de esa misma empresa, que es la más importante acá. Otras más chicas ya a fin de año evaluaban cerrar”, relata un buen observador.
¿Cómo sobrevivimos a la crisis acá en el centro? ¡Debiendo!, sintetiza María de manera perfecta. EL ROMPEHIELOS recorrió el centro de la ciudad en busca de testimonios de uno de los sectores que más padecen esta crisis: el de los pequeños comerciantes.
Esta serie de averiguaciones y entrevistas se da en simultáneo con los últimos anuncios del Gobierno Nacional. Por su parte, el gobierno de Santa Cruz también acaba de anunciar medidas para el sector mercantil en una provincia que, vale recordarlo, está en Emergencia Comercial –por ley– desde mediados de 2017.
ESTAMOS EN EMERGENCIA COMERCIAL
“Se cierran alrededor de diez comercios por mes en la ciudad. La cifra no es exacta, pero sí es un estimativo del que vamos tomando registro. Para decir toda la verdad, así como hay comercios que cierran también hay comercios que se reconvierten y hay comercios que se van de la zona céntrica porque no pueden absorber el costo de los alquileres”, responde la presidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Afines de Río Gallegos, Cristina Aranda, en entrevista con EL ROMPEHIELOS.
“Es muy triste que un empleado se quede sin trabajo, aunque si es una persona joven seguramente tendrá otras oportunidades. Pero el comerciante que tiene que cerrar las puertas después de muchos años de trabajo, es tristísimo. Tengo amigos que eran comerciantes impresionantes que llegaron tener realmente de todo y hoy están fundidos. Siempre tengo presente lo que me dice un amigo de muchos años: ‘Mirá, en épocas de crisis no te agrandes. Achicate, ordenate, mantenete. Tratá de pasar la tormenta y si es necesario, doblá un poco el camino’”, relata en una extensa conversación que aquí se reproduce parcialmente.
EL ROMPEHIELOS: ¿qué tan fuerte es el fenómeno de los negocios “atendidos por sus propios dueños” en este contexto de crisis?
Aranda: Es fuerte porque eso significa que han tenido que prescindir de contratar personal, que es una responsabilidad muy grande. Se nota más en el último tiempo: muchos se han convertido en negocios familiares donde incluso están colaborando los hijos porque no pueden hacer frente al costo laboral, que es y resulta más alto en este momento. Se está tornando una situación muy complicada contratar trabajadores, es un problema muy serio.
EL ROMPEHIELOS: Repasaba declaraciones suyas de comienzos de año, allí usted veía ya con inquietud la caída de ventas de 2018.
Aranda: La caída en ventas había sido fuertísima a enero de este año, de un 35 o 40 por ciento. Pensábamos que hasta ahí llegábamos, pero no, se profundizó. Hay rubros en los que se sintió más, como indumentaria, zapatería, todo lo que es venta de electrónica. Ahora bien, hay un fenómeno que no puedo dejar de mirarlo: hay franquicias, que siempre son un poco más caras, a las que les está yendo mejor y siempre nos pone contentos que haya comerciantes a los que les va bien. Pero esto quiere decir que la gente, la poca plata que tiene, está seleccionando muy bien en dónde gastarla.
“Cuando empezamos a evaluar la necesidad de plantearle a las autoridades una emergencia comercial, con la anterior presidenta de la Cámara, Carolina Neil, la situación era acuciante. Hoy te puedo decir que la situación realmente es peor”, evalúa Aranda. La ley de Declaración de Emergencia Comercial se sancionó en la Legislatura Provincial, por unanimidad, el 10 de agosto de 2017 por el plazo de seis meses, que no fueron suficientes. Por ello, se prorrogó a comienzos de 2018.
“La prórroga de la emergencia comercial no dio los resultados que había dado en un comienzo –observa la entrevistada–, que realmente tuvo un paraguas importante para el comercio a nivel de ASIP y de AFIP. Realmente obtuvimos seis meses de un blindaje importante. Luego de ese plazo no logramos lo mismo con la AFIP. A raíz de eso nos reunimos con la gobernadora, que no solamente nos dio la posibilidad de mejorar el tema respecto de los impuestos de la ASIP, no subiendo las alícuotas como sí lo hicieron en otras provincias donde subieron los impuestos. La convocatoria y el nuevo plan fueron una grata sorpresa”.
El nuevo plan al que refiere la titular de la Cámara de Comercio es el “Proyecto Quita 2019”, presentado esta semana por la gobernadora Alicia Kirchner en una convocatoria de la que participó el ala económica de su gabinete y donde fueron invitados la Cámara de Comercio y la Federación Económica de Santa Cruz. Se trata del nuevo Plan de Regularización de Deuda de la Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos (ASIP). “Las Cámaras de Comercio, la Federación Económica y CAME nos solicitaban poder contar con alguna herramienta tributaria que los ayude a salir realmente de esta crisis. No se trata sólo de una moratoria sino de una quita de deuda y de intereses en varios tramos que será lanzado a partir de mayo, junio, julio y agosto”, explicó el titular de la ASIP, Leandro Zuliani.
“La situación del comercio es la que vive el país, no es más ni menos. Ahora sí se nota que la crisis está haciendo mella cada vez más. El fisco nacional por quinto mes consecutivo ha recaudado por debajo de la inflación. Eso demuestra una estanflación, o sea, es inflación y recesión. Y tarde o temprano esto llega, venimos recaudando por encima de la inflación salvo el mes pasado y esperamos que esto no sea una tendencia”, advierte el director de la ASIP en declaraciones difundidas por prensa de Gobierno.

«ENTONCES QUE ME DEVUELVAN LOS INTERESES QUE ME COBRARON EL ÚLTIMO AÑO»
El gobierno provincial acababa de difundir el Plan de Regularización de Deuda cuando este cronista le comentó la novedad a un comerciante que tiene sus dos locales en pleno centro: “¿En serio anunciaron un plan nuevo sin intereses? Entonces que me devuelvan todos los intereses que me cobraron en el último plan de regularización. Yo les dije hace un año que este año íbamos a seguir teniendo el mismo problema y que entonces había que resolverlo de otra forma”. La preocupación, el estrés e incluso las ganas de desahogarse son rasgos evidentes en la charla con los comerciantes. Todos, endeudados, describen los malabares para sostener sus emprendimientos.
“Es que es así: pagás la refinanciación de la deuda pero terminás sin poder pagar las obligaciones tributarias que contraés en el momento, porque tu recaudación sigue bajando todos los meses y suben los costos fijos”, coincide otro de los comerciantes. Yendo de la órbita provincial, ASIP, a la esfera nacional, la objeción es mayor: “La refinanciación de AFIP tiene una tasa altísima, el problema se patea para adelante, no se resuelve”, señala un tercero, que agrega: “una de las claves es trabajar para bajar impuestos nacionales, provinciales y municipales. Pero eso ya tiene que ver más con el contexto de país: debería haber una modificación integral en el régimen tributario. Es un problema histórico que nos da la razón a partir de un hecho: si te fijas, hay cada vez menos comercio”.
“La carga fiscal en Argentina es una de las más altas del mundo”, observa la presidenta de la Cámara de Comercio. Todos los consultados coinciden.
«A LA GENTE LE SUBE TODO, A NOSOTROS TAMBIÉN»
A la fuerte devaluación y la suba de los servicios definidos por Nación, que impactan de lleno en la inflación, se deben agregar también otros elementos locales: además de los escasos aumentos salariales que otorgó el gobierno provincial en los últimos tres años al grueso de los trabajadores estatales, motor fundamental de la economía doméstica, se le suma el pago “por goteo” de los salarios. “El pago fuera de término de los sueldos, el hecho que un día cobre un sector, dos días después otro y recién una semana después o diez días después termine cobrando el último sector de los estatales, todo esto también fue impactando en nuestras ventas a medida que pasó el tiempo”, observa uno de los comerciantes.
“Así como la gente ve que todo le sube, a nosotros también nos subieron todos los costos fijos: se nos fueron por las nubes. Este mes pagué 35 mil pesos en encomiendas y me quieren subir el alquiler de acuerdo a la tasa de inflación, algo que es imposible”, relata un comerciante que tiene su negocio en una galería comercial. “Bajás los márgenes de ganancia, pero llega un momento en que no lo podés sostener porque la venta sigue bajando”, comenta su vecina. Están un negocio al lado del otro, trabajan rubros diferentes, pero vuelven a coincidir en un número contundente: “la caída en las ventas es del 60 por ciento si sumamos los últimos cuatro años”.
¿A QUIÉN LE ESTÁ YENDO BIEN EN ESTE LÍO?
Uno: “En el mundo, los bancos prestan hasta el cincuenta por ciento para financiarte, acá solamente el diez. No tenés manera de financiarte. Eso tiene que cambiar de una vez. Hay una migración en el modo de pago, que se invirtió: hoy es noventa por ciento con tarjeta y diez en efectivo. En el contexto de hoy es una locura que las tarjetas paguen a veinte días las más grandes, y a cuarenta y cinco o sesenta días las otras. Tiene que cambiar”.
Dos: “Y encima te arrancan la cabeza con los intereses. Nosotros todos estos años les cobramos a los clientes sin interés. Ahora no nos queda otra que aplicar intereses”.
Otro: “Si no llego a cubrir un cheque no cobra nadie: no le pago al distribuidor, el distribuidor no le paga a la marca, que a su vez no le paga al taller. Eso es algo que está pasando y lo tenés que multiplicar por mil. Se corta una cadena que afecta a muchísima gente”.
Otra: “Pedí mercadería una sola vez este mes, el mes pasado había pedido dos veces a esta altura del mes. Nos medimos mucho más en las compras”. “Es así, compran cigarrillos y no compran otra cosa, te piden el vuelto en caramelos. Si vienen con chicos, el nene o la nena ya no eligen qué comprar, eligen los padres”, agrega un colega.
Y otra: “Hoy no saco plata para mí del local. Hay cuatro familias que comen de acá. Vendimos parte de nuestras inversiones: un terreno y un vehículo. Para nosotros, nuestras inversiones son nuestra jubilación. Mi marido y yo, además del negocio, estamos los dos trabajando en otro lado porque el negocio ya no nos rinde”. Otro comerciante repite el mismo cuadro, y agrega: “A mí no me sirve quedarme sin empleados y ponerme a atender yo el negocio, porque yo necesito tiempo para generar otras cosas y para sostener el propio negocio”.
«SI PAGO TODAS MIS DEUDAS, ME TENGO QUE QUEDAR SIN EMPLEADOS»
“A mí, hace dos semanas uno de los chicos me preguntó si pensaba quedarme sin empleados. Me miraba preocupado, asustado”.
EL ROMPEHIELOS: ¿Y a quién le está yendo bien en este lío, en este contexto de crisis?
–A la cerveza artesanal, en parte, y a los locales de cerveza. Igual, andá a ver cómo se les acumulan las Heineken y otras marcas a las distribuidoras. En este momento, a las barberías, porque medio que está de moda.
–Y a las financieras.
Nota al pie: A pesar del panorama crítico que puede llegar a abrumar y aturdir, llamó la atención de este cronista una especie de mirada paralela que supieron desarrollar y comunicar algunos de los entrevistados, quienes plantean una serie de ideas y herramientas con las cuales hacer frente a la continuidad o la reconfiguración de sus emprendimientos. Un motor que va más allá de sortear la crisis. “Yo soy un emprendedor y un emprendedor tiene pasión por lo que hace. Un buen comerciante es comerciante las veinticuatro horas”, comenta uno de ellos.
Llegado el caso, será motivo de otro artículo.