CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LOS ANEGAMIENTOS
*Nota escrita para http://www.elrompehielos.com.ar. Publicada el 8 de abril de 2019.
“Viste que todos se ponen románticos con la lluvia y dicen ‘Ay, la lluvia’. Para mí es un horror que llueva. Y desde que estoy en la gestión, cada vez que llueve no duermo”. La afirmación corre por cuenta de Paola de Gaetano, la ingeniera civil que supervisa –desde el municipio– la obra de la ‘cuenca Sarmiento’, una obra de infraestructura pluvio-cloacal que busca empezar a paliar las serias dificultades que producen las lluvias en la capital de Santa Cruz.
“Es un estrés constante”, afirma la funcionaria, quien recibe a EL ROMPEHIELOS en su rol de titular de la Dirección de Obras Públicas de la Municipalidad de Río Gallegos. Se disculpa por el desorden de una oficina bastante pequeña, donde abundan anotaciones y decenas de otros papeles sobre el escritorio y en las paredes. De la pared del fondo cuelga un mapa de la ciudad –a sus espaldas– al que la funcionaria recurrirá para explicar algunas de sus respuestas.
“Esta obra es importante para la ciudad más allá de las elecciones”, respondió el intendente Roberto Giubetich ante la pregunta de este cronista días atrás. El intendente sabe que se está jugando una carta fuerte de su gestión: el “estrés” y el “horror” del que habla De Gaetano es el padecimiento de miles en la ciudad. El último episodio de precipitación fuerte y constante aconteció el pasado domingo 10 de marzo, se extendió de manera sostenida hasta casi el mediodía siguiente y provocó la paralización de numerosas actividades, entre ellas la suspensión de las clases en todos los colegios.
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“ESTA OBRA RESUELVE EL PROBLEMA EN EL CENTRO”
Las preguntas parecen evidentes. ¿Por qué se inunda la ciudad cada vez que llueve? ¿Por cuánto tiempo más nos seguiremos inundando? ¿Cuáles son las soluciones posibles? En verdad, ¿hay una solución? EL ROMPEHIELOS ofrece esta primera parte de una serie de averiguaciones y entrevistas, donde las respuestas no parecen tan sencillas.
Los caños de enormes dimensiones llamaron la atención de los vecinos y visitantes de la costanera desde mediados del año pasado, incluso más de uno se tomó una fotografía posando adentro de los cilindros.
El cartel de obra indica abril de 2018 como fecha de inicio, su nombre completo es ‘Mejoramiento Desagüe Pluvial Cuenca Sarmiento’ y está presupuestada en casi 250 millones de pesos que vienen de Nación. Proalsa S.R.L. es la firma encargada de realizarla y cuenta con un plazo de 24 meses. A propósito, en la última sesión del Concejo Deliberante se aprobó un pedido del concejal Echazú (FPV) que busca conocer “las adendas, adicionales y redeterminaciones de precio en el contrato de adjudicación de la obra”.
A pocas semanas de iniciada, la tradicional Plaza de la República –ahí donde desemboca la calle Sarmiento– ya se había convertido en un pozo profundo de enormes dimensiones. Hoy, un año después, el casco céntrico está partido en dos: son 16 cuadras en línea recta con sus derivaciones laterales en otras arterias: calles y veredas donde se puede observar el fuerte impacto de la obra a medida que ésta avanza.
“La obra resuelve sobre todo el problema en la parte céntrica, que hoy está totalmente anegada”, explica la ingeniera De Gaetano en conversación con EL ROMPEHIELOS. La supervisora por parte del municipio detalla: “tenemos el 81 por ciento de las cañerías colocadas de la primera etapa, lo que será la red troncal, que separa por un lado del desagüe de líquidos cloacales y por el otro el de las lluvias; estos caños van hasta la calle Banciella llegando a la autovía. Estamos poniendo 133 sumideros que se conectan a los caños, que son obras de captación que ayudan a descomprimir. A su vez, hacemos el desborde de las dos lagunas ‘María la Gorda’ y ya está previsto comenzar con la segunda etapa de la obra. Además de dividir los desagües de cloaca y de lluvia, otra diferencia muy importante tiene que ver con el dinámetro de los caños que se están colocando”.
Para la funcionaria, “el principal problema que tenemos hoy es que tenemos un sistema mixto de desagües pluvio-cloacales. Es decir, no tenemos cloacales y pluviales independientes, y a su vez los diámetros de las cañerías instaladas de toda la vida son muy pequeñas, de 10 o 16 centímetros de diámetro. El concepto de antes era pavimentar aunque se formaban ollas de escurrimiento que no salían para ningún lado. Y qué hacían: conectaban los mismos sumideros a la red de cloaca, que tenía esos 16 o 20 centímetros máximos de diámetro. Entonces, obviamente, esa cañería nunca va a funcionar porque funciona para la cloaca. El día que llueve 10 milímetros no te da abasto”.
La funcionaria sabe a qué se refiere cuando habla del “concepto de antes”, la vieja usanza: la falta de planificación global y de obras de infraestructura acordes al crecimiento de la ciudad son elementos que surgen como común denominador ante las consultas de EL ROMPEHIELOS a los diferentes entrevistados, incluso los funcionarios municipales. Sobre este tema se profundizará en la segunda parte de esta nota, pues ahí está una de las claves para entender por qué la ciudad se inunda con tanta facilidad.
Además de ser directora de Obras Públicas desde el inicio de la actual gestión, De Gaetano trabaja y conoce el área desde 2006, cuando ingresó a la municipalidad durante la gestión del fallecido Héctor ‘Pirincho’ Roquel. “La última obra cloacal grande sí, se hizo en la intendencia de Marcelo Cepernic (1983-1987). En esa épocase hicieron cañerías cloacales que con el tiempo se hicieron pluviocloacales. En la intendencia de Pirincho se hicieron los primeros pluviales independientes en algunos barrios, que fueron obras chicas al lado de lo que se está haciendo ahora”, responde.
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PASAR EL INVIERNO
Al regreso de su último viaje a Buenos Aires, el intendente explicó que se viene la segunda etapa: “implica la conexión de distintas bocacalles al troncal, por ejemplo que la esquina de Zapiola y Vélez Sarsfield se pueda conectar al troncal que pasa a una cuadra, ustedes saben que esa calle se inunda, como otras cuadras”. “Estimamos que va a estar en un 50 o 60 por ciento en diciembre”, respondió Giubetich ante la consulta de EL ROMPEHIELOS. En palabras de la supervisora De Gaetano, “luego de la red troncal vienen los ramales más chicos, que son de 600 milímetros, mucho más grandes que lo que había”.
–ROMPEHIELOS: ¿La repavimentación está contemplada?
–De Gaetano: Sí. Lo que nos pasó es que Nación se hartó de los sobreprecios de las obras, entonces lo que te dicen es ‘Usted señor pone un caño de 1500, reconocemos 20 centímetros para cada lado de lo que se rompe’. Nosotros decidimos repavimentar con hormigón y no ponerle la carpeta asfáltica: la realidad es que la carpeta asfáltica dura muy poco por el clima que tenemos, vos fijate las obras de ruta en Chile es todo de hormigón. Decidimos hacer la calzada nueva de hormigón.
Respecto de la paciencia que deben tener los transeúntes al pasar por las zonas en obra, De Gaetano revela que a partir de un estudio de opinión pudieron conocer que la mayoría de la gente “sabe de esta obra y el 70 por ciento cree que está bien hacerla, ahí te das cuenta que la gente entendió”, aunque admite que hay “todo tipo de reacciones por parte de la gente”. “La idea es llegar con la repavimentación hasta la avenida Kirchner hasta mayo, seguiremos poniendo los sumideros hasta que el clima nos lo permita, luego de la veda invernal vamos a seguir hormigonando. El avance depende delas temperaturas del invierno”, detalla.
Este aspecto vinculado al impacto de la obra también llamó la atención en el Concejo Deliberante, donde en la última sesión el concejal Leguizamón (UCR) pidió informes respecto “a las tareas de compactación realizadas por la empresa ejecutora de la obra pluvial Cuenca Sarmiento en el terreno en donde se ha procedido a la rotura del pavimento para la colocación de tuberías”.
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PARA TERMINAR CON LAS INUNDACIONES: CINCO OBRAS MÁS DE ESTE TIPO
–ROMPEHIELOS: Si se siguieran haciendo estas obras tan necesarias, ¿cuánto tiempo le llevaría a la ciudad?
–De Gaetano: La verdad, este tipo de obras se planifica a diez años. Menos de eso, no.
–ROMPEHIELOS: ¿Las seis cuencas?
–De Gatetano: Sí.
Son seis las cuencas en las que se debería trabajar para recomponer la infraestructura pluviocloacal que necesita Río Gallegos, sin contar las zonas y barrios nuevos: esa extensa geografía que –al menos– duplicó la superficie de la ciudad en las últimos quince o veinte años.
La directora utiliza el mapa dispuesto sobre la pared de su oficina: explica que algunos de estos proyectos ya están diseñados desde hace tiempo, aunque todo depende del financiamiento de los futuros gobiernos. Sus manos se despliegan sobre el mapa y van desde los barrios bajos en cercanías del aeropuerto hasta la zona de la laguna del barrio Marina, en el otro extremo de la ciudad, en cercanías del vaciadero.
–ROMPEHIELOS: Me imagino que es consciente de la responsabilidad que implica llevar adelante esta obra, y que mucha gente cruza los dedos para que termine bien…
“Sí… por favor”, responde la ingeniera De Gaetano.
(Continuará)