El viejo del muelle

Iba pedaleando a la altura de los tanques de YPF, cuando vi a un hombre viejo de saco y pantalón de vestir.

Era él.

El viejo al que cruzo siempre, a quien todavía no le hablé, y que hace quince días llevaba libros abajo del brazo en dirección a la feria del galpón costero.

Pensé en papá. Se me cruzó esa idea: ¿y si es papá?

¿Cómo sería de viejito papá hoy? ¿Estaría así de solo y encorvado?

El viejo me miró. Ya lo había hecho otras veces. Me costó reconocerlo porque iba pedaleando con viento y sol en contra.

De saco y pantalón de vestir. ¿Festejaría el día del padre?

***

Meses atrás encontré este primer apunte sobre el viejo duende, un hombre que luego frecuenté durante algún tiempo, siempre en la misma zona: el muelle de la ría y sus alrededores. Hace seis años escribí algunos textos a partir de esos encuentros, de esas charlas: me alegré al encontrar este primer apunte, que no recordaba haberlo escrito. Es de mediados de junio de 2013.

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